Los polvos magnéticos sólo se pueden utilizar con un cepillo magnético. Son una mezcla de hierro y partículas de pigmento, que atraídas por el imán del cabezal del cepillo magnético, forman una especie de cepillo. El polvo sobrante puede devolverse al frasco para volver a utilizarse más adelante ocultando el cabezal del aplicador. Debido a la naturaleza del polvo y del cepillo magnético, no es posible su uso en objetos de acero.
COLORES:
Envases de 200 g, 500 g y 1 kg.